jueves, 1 de noviembre de 2012

"Canción de la desconfianza"

En un bar de Palermo, una Banda Independiente toca hitos que resultan irreconocibles, cuando el tecladista interrumpe todo para pedir una cerveza; gratis, aclara. Durante los cuarenta segundos en que el tipo toma del pico sin respirar, mientras se cuelga de Labiosuelto, estrella el mentón contra el piso y el público silba, Styrax no deja de autopreguntarse si ese sujeto podría ser o no lo que está buscando, mmm..., ¿un tecladista de 30 años? Difícil. Después de tomar apuntes, redactar notas, reversionar fragmentos tratando de dar con el formato ideal, Styrax está listo para realizar aquello con lo que estuvo fantaseando tanto tiempo: "secuestrar" (a falta de un mejor término, dice) a un Esclarecido. Solo le quedan por resolver dos problemas: con quién hacerlo y encontrar el ejemplar adecuado. En medio de reflexiones históricas, peripecias y "análisis de conciencia", un profesor de bajo, una peluquera, un dentista y un motoquero un poco estrafalarios conspiran para someter a un "hijito de esclarecido" a un peculiar proceso de conversión ideológica, en un viaje que los lleva de las sucias calles de Liniers a una otoñal y ventosa Necochea. Una novela hilarante que exuda contemporaneidad y combina extraordinariamente una mirada política desafiante con una prosa afilada e ingeniosa.

"Canción de la desconfianza"
Damián Selci
ISBN: 9789871673551
Eterna Cadencia





















Escritores sobre "Canción de la desconfianza" (fuente

• ¿Por qué es importante leer y discutir la primera novela de Damián Selci? Una primera respuesta sería porque resuelve las demandas de una lengua local y actual sin recurrir a ninguno de los fetiches con los que se las solventa. En Canción de la desconfianza no hay marcas de época ni reproducción mimética del habla de ninguna tribu: no hay psicología de personajes basada en su distintivo acceso al consumo ni a la educación. Sus personajes tampoco son marginales, locos, desviados o criminales: el autor no pretende ponerlos en conflicto con las leyes jurídicas y racionales que cuadriculan el accionar de cualquier argentino (…) Asumir que otro nos habla siempre es conmocionante; resistir la breve extensión de esta novela implica un esfuerzo de escucha, más que de lectura, porque el volumen, el timbre y la entonación de la voz de Selci son tan claros como musical y emocionalmente matizados (…)Alejandro Rubio


• Sin embargo: adversación a todas las horas cátedra que dedicaron nuestros docentes a explicarnos que la literatura no tiene una relación transparente con el mundo. Sin embargo, a veces: algún autor descubre o encuentra la palabra adecuada para hacer visible lo que no por evidente tenía nombre ni se veía claramente. Es el caso de Canción de la desconfianza, de Damián Selci, que le encuentra nombre a un tipo de burgués, el “esclarecido”, un tipo dominado, en primer lugar, por el cinismo, una especie de conformidad algo avergonzada, que necesita de la ironía para decirse, con el lugar que ha conseguido en el mundo. Funcionarios, puede ser, pero sobre todo chetos progres que consumen arte, música, literatura, como consumen cualquier otro producto “gourmet”. Los pone en su  mira una voz paranoide, una voz que no para de interrogarse a sí misma, ¿una voz para una nueva rebelión? La de Styrax, el protagonista de Canción de la desconfianza.Gabriela Cabezón Cámara

• La novela de Selci me gustó mucho. Hay tantas cosas ahí. Pero sería un Marechal sin fe, sin confianza. Y Styrax, un Megafón posmoderno. Me encanta esa manera de ir cuestionando la “realidad”, es decir, los tópicos acerca del mundo. De desconfiar, justamente. Bueno, yo soy muy saeriano en ese aspecto, y me gusta que la escritura vaya anonadando nuestras certezas mundanas, incluso las diversas fábulas acerca del mundo. Me parece que la novela tiene que ser eso, y que insiste mucho en eso en vez de andar dando su opinión sobre todo lo divino y humano. Me gusta también esa relación metafórica con la historia (con gran H). Porque es también una manera de no caer en la fábula.Dardo Scavino

• Pynchon, Cohen, los Lamborghini, Gambarotta, Rubio, entre muchos otros, parecen ser los referentes más cercanos de la poética a la que adscribe Damián Selci, que no le teme a la alegoría: Labiosuelto, La Banda Independiente. La novela es divertida a la vez que permite una reflexión acerca de las condiciones en las que se piensa en lo político en la Argentina de estos tiempos, algo que mucha prosa contemporánea ha intentado, incluso la prosa periodística, con muy poca suerte. Las descripciones de Liniers y en general de la zona oeste de primer cordón de Buenos Aires son frescas y vívidas, los hits son “hitos”. Prosa argentina de la mejor tradición.Damián Ríos

• …los Esclarecidos deben ser combatidos porque son quienes usan mal las palabras, quienes las vacían de contenido y no las ponen al servicio de nada concreto, quienes del mismo modo en que desguazan el lenguaje desguazan también al Estado. Y el Estado, para el Empecinado Styrax, parecer ser el lugar y el agente de las uniones entre las palabras y las cosas (las luces, las rutas, los cables, las calles, las plazas).Canción de la desconfianza es una de las novelas más interesantes y originales de la literatura argentina de estos años; lo es por las preguntas que suscita, lo es también por la intensidad y paciencia con que narra una aventura y, fundamentalmente, lo es porque problematiza su material: el lenguaje.LasDespiadadas

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